Hola, ¿Cuánto tiempo sin poder charlar contigo?
No me había animado a volver después de todos los errores cometidos.
Se te que dañe.
Hice de tu alma mil pedazos y aun, después de todo, eres la única que me abre los brazos.
Comprendo que mi inmadurez te ha hecho caminar por veredas espinosas.
Muchas veces inconsciente, otras veces por ignorar ciertas cosas.
Tocamos fondo más de una vez.
Mil disculpas no remedian nada.
Ni mil vueltas al asunto formaran nuestro futuro.
Todo es incierto.
Lo cierto es que después de tanto caer, no nos dejamos vencer.
Todo es cuestión de tomar ventaja de nuestros errores, para poder crecer.
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