Sabemos que numerosas religiones han sido tachadas de misóginas por diferentes grupos y comunidades (con justa razón).
Variando de fe en fe, todas las religiones parecen tener las mismas normas para las mujeres: Vestir “modestamente” (debido a la idea de que nuestro cuerpo es inherentemente sexual), no poder liderar en servicios religiosos, cuidar nuestra “virginidad”, y aspirar siempre (o casi siempre) a tener esposo e hijos.
En un mundo donde nosotras exigimos que estas normas se vayan, en donde queremos que los tabúes de nuestra sexualidad ya no existan, que nos dejen de ver como objetos sexuales y en donde queremos que la decisión de casarse y ejercer la maternidad solo dependa de nosotras, ¿Cómo podría una mujer sentirse cómoda teniendo una religión?
Muchas mujeres eligen trabajar en su espiritualidad sin una doctrina de por medio. Sin embargo, ¿Qué pasa con aquellas que quieren continuar creyendo en una teología específica?, ¿Qué pasa con aquellas que no quieren deslindarse del Dios que conocen?
Bueno, para ellas la teología feminista es la respuesta.
La teología feminista podría definirse como un movimiento que nace como crítica al enfoque masculino que han tenido las distintas religiones alrededor del mundo. No podemos decir que surgió en un punto específico de nuestra historia, pues muchas mujeres religiosas de épocas pasadas criticaron la misoginia de su tiempo, mas podemos asegurar que la teología feminista ha estado ganando fuerza durante los últimos años.
La teología feminista da enfoque a las mujeres en la historia de las religiones, reprueba la misoginia que estas tienen y argumenta en contra de las numerosas normas y creencias sexistas de las comunidades religiosas. También da una perspectiva distinta a los temas que las religiones constantemente consideran como indebidos, como el aborto, la comunidad LGBTQ+, la educación sexual, etc.
Poniendo como ejemplo al cristianismo, la teología feminista no deja de lado los pasajes donde Jesús tiene a mujeres como discípulas. También critica el que se haya dejado fuera de la biblia al libro de María Magdalena y reprocha el que se les haya retirado el diaconado a las mujeres cuando en los primeros siglos del cristianismo ellas también tenían este rol.
Cualquier religioso conservador que lea las palabras “teología feminista” tendrá una de dos reacciones: Incredulidad ante lo “absurdo” que suena el término, o, una profunda rabia. “¡Quieren desafiar a Dios!, ¡quieren cambiar lo que él dice!” exclamarían, y lanzarían versículos de la biblia o de su libro sagrado a diestra y siniestra contra cualquiera que ose contradecirles.
La realidad es que la teología feminista no busca cambiar a Dios: busca dar un completo entendimiento de lo que es su obra, pues, ¿Cómo podríamos comprender el mundo que creó escuchando solamente a una mitad?, ¿Cómo podemos considerar verdaderas las palabras que se han gritado en su nombre para reprimir la libertad de las mujeres?, ¿Cómo podría ser válido el medir el valor de las mujeres basándose en ideas que la ciencia ya ha dejado de lado?
La teología feminista hace posible que las mujeres no tengan que dejar sus creencias para alejarse de la misoginia que abunda en las religiones, les ayuda a darles un lugar dentro de un espacio donde durante siglos fueron silenciadas. Entonces, ¿por qué las mujeres creyentes que se consideran feministas son tan juzgadas?, ¿por qué no cuentan con más apoyo?
Bueno, podríamos decir que la religión es la parte del patriarcado con la cual las feministas creyentes tienen que luchar día con día. Al final del día, se debe luchar constantemente en este mundo para que las mujeres puedan tomar el lugar que les corresponde.
¿Qué es lo que se puede hacer para que las mujeres tengan una voz en las instituciones religiosas? Bueno, quienes son creyentes y sean feministas pueden comenzar a formar iniciativas y grupos de mujeres es sus iglesias (o lugares de reunión) para hablar sobre cómo combatir la misoginia en su comunidad. Quienes sean creyentes sin ser parte de una institución, pueden difundir lo que es la teología feminista.
De mi parte, esta fue solo una breve introducción a este tema que, como católica y feminista, me fascina. Pronto espero poder compartirles más sobre la teología feminista en esta plataforma.
Nota de las editoras: Isari AS, les comparte un grupo hecho para mujeres que creen en alguna teología y se consideran feministas, en donde se hace crítica de la misoginia en las Iglesias, te compartimos aquí el link, por si resulta de tu interés.
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