“¿Quién no ha sentido alguna vez que todo lo que ha de sucederle ya está escrito, pero con una letra ilegible o en un papel arrugado o en un idioma incomprensible?” -Juan Brum
En esta ocasión, mi recomendación será “El Buscador de Finales”, lo recomiendo no solo por su historia, sino porque también fue uno de los primeros libros que leí completo y me abrió las puertas al mundo de la lectura.
Sobre el libro y el autor
El Buscador de Finales fue publicado en 2008 y pertenece a la “serie roja” juvenil de la editorial Alfaguara.
Escrito por el autor Pablo De Santis, nacido en 1963 en Buenos Aires, Argentina. Se graduó como Licenciado en Letras y ha trabajado como periodista y guionista de historietas. Su novela: El inventor de juguetes ha sido llevada a la pantalla grande (2014).
RESEÑA
El personaje principal es Juan Brum, un chico de 15 años apasionado de las historietas, que busca aprender a dibujar a su personaje favorito “Cormack, el detective de lo sobrenatural”, por lo que decide acudir a la “Editorial Libra”, la cual se encarga de publicar estas historietas, para así poder conocer al dibujante de dicho personaje.
Juan quiere ser dibujante, pero se entera que para llegar a serlo, debe empezar por el nivel básico, es decir, ser un cadete. Al obtener el puesto, comienza haciendo recados; lo interesante resulta ser cuando uno de esos encargos lo lleva a la casa del señor Sanders un “buscador de finales” quien trabaja para la Editorial Libra.
Juan desconocía la existencia de los buscadores de finales y la curiosidad que siente sobre el señor Sanders y sus finales acrecienta con cada visita que le realiza. Un día es interceptado por los rivales liderados por Paciencia Bonet, otra buscadora de finales que se basa en un método matemático para obtener el final ideal, y quien está dispuesta a quitarle territorio a Sanders.
El interceptador le roba la caja que contenía un final de Sanders (objetos que más tarde interpretaban los autores para dar el final adecuado a sus historias), por lo tanto, Juan Brum decide sustituir esa caja.
En la editorial no se dan cuenta del cambio, pero Sanders sí, no obstante, perdona al muchacho, pues ve en él potencial para convertirse en buscador de finales, por ello decide enseñarle a Juan cómo encontrar finales a través de objetos y también a lidiar con las triquiñuelas de Bonet y su Agencia.
A los dos se les presenta una misión: Deben encontrar un final para la novela de Salerno (el escritor más popular de la ciudad) quien los hará competir contra Paciencia Bonet. Así pues, para encontrar el mejor final, Juan Brum debe encontrar a Míster Chan –un buscador de finales profesional- para que los ayude. Es ahí cuando Brum comienza una aventura conociendo así a personas como “El Incinerador”, Alejandra y el Señor Aranda, además de descubrir verdades enterradas en el pasado.
¿Podrá Juan Brum encontrar el final adecuado para Salerno y para sí mismo?
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