Fácil sería decir que basta con nacer para existir, sin embargo, los ámbitos sociales y legales no lo ven así.
Y esta historia, de la cual no hay más detalles se asemeja a la de millones de mexicanos; quienes existen solamente en el mundo de “los nadie” o de “los olvidados”.
Lo único que se sabe de aquel fatídico día es que era un jueves y un auto particular último modelo salía de una prestigiosa universidad.
El conductor, un joven enajenado en su burbuja de privilegios no vio cuando 2 niños, que suelen vender chicles y sueños en los semáforos jugaban en la calle; ellos envueltos en su burbuja de inocencia.
El impacto lo sorprendió y el frenar no cambió nada, pues aquellas 2 vidas ya había arrebatado, su burbuja se había pinchado por unos segundos, pero sin dudarlo, aceleró y no volvió a mirar atrás.
Para el joven y para la justicia este hecho nunca sucedió, pues los niños tenían nombre, pero nunca habían sido registrados, por lo tanto, NO existieron.
Esos pequeños que nacieron en el mundo de “los nadie”, desaparecieron y ahí se quedaron, mientras que aquel joven siguió envuelto en su burbuja llena de privilegios y del fácil olvidar.
留言