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  • Foto del escritorNadia Bustos

El éxito femenino vs. éxito masculino

El éxito es una palabra difícil de definir por su subjetividad, pero más que su significado, lo que realmente parece darle esencia, es lo que le construye para calificarlo como tal, ya sea a través de: dinero, fama, inteligencia, reconocimiento. Aunque no siempre y no para todos es así.


Sin embargo, ser mujer y el éxito no van de la mano en un mundo donde los hombres deben mantener una imagen de superioridad en todos los aspectos:


Algunos ejemplos de esta situación se han reflejado a lo largo del tiempo, hasta la fecha.


  • Elena Garro: Escritora; Se dice que durante los años en que formó pareja con Octavio Paz, este no le permitía a la autora escribir poesía, pues ese era un área de la literatura que Paz consideraba de su propiedad.

Esta actitud sería quizás el temor a ser opacado por una mujer. Una mujer que solo debía ser una esposa y nada más. Ni escritora, ni ser pensante y claro, mucho menos podría demostrarlo.


No obstante, actualmente Elena Garro es considerada por algunas personas mejor escritora que Octavio Paz y se busca reivindicar su nombre, a través de sus obras y trayectoria.


  • Chimamanda Ngozi: Escritora; En una charla para la plataforma TED, Chimamanda menciona que en su país (Nigeria), el machismo o la creencia de que es el hombre quien provee a la mujer, le ha ocasionado vivir experiencias desagradables.

Una de esas situaciones la vivió en un reconocido hotel de Nigeria, en donde pensaron que era una trabajadora sexual, pues al ser mujer “no había” otra razón para que ella pudiera estar en dicho hotel. Se suma a esta experiencia, la de cada vez que acude a un restaurante en su país, los meseros simplemente la ignoran y se ponen a disposición del hombre (que la acompañe) y la verdad es que nadie quiere sentirse invisible y menospreciada por el hecho de ser mujer.


Estas mujeres y sus historias demuestran que el talento, trabajo duro, inteligencia y el éxito no producen un cambio positivo en cuanto a cómo se percibe y se trata a una mujer. Así que, después de repasar estas experiencias, queda claro que sí existe diferencia entre el éxito femenino (minimizado e ignorado) y el éxito masculino (normal y digno de admiración).


Por lo tanto, como mujeres tenemos que seguir luchando por el respeto, la no invisibilización de nuestra persona y a no permanecer en la sombra. Por eso cualquier espacio en el que una mujer decida expresarse debe ser creado, protegido y escuchado, leído o sentido por más mujeres y acompañarnos en este camino.


Acá abajo les dejo el link de la charla que dio Chimamanda Ngozi, por si gustan revisarla.


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