Cuando una mujer escribe lo hace, más que nada, para conocerse a sí misma. El ser mujer es una construcción sociocultural que determina cuáles son los comportamientos o los roles permitidos para lo femenino, por eso, cuando se habla del ejercicio escritural de una mujer debe tomarse en cuenta el peso que el contexto social e histórico impone sobre nosotras.
Lo femenino está ya determinado y por mucho tiempo ha sido impensable salir de esta norma. Las mujeres escritoras han marcado el camino y son las que empezaron la ruptura. Al escribir, las mujeres alzaron la voz y se nombraron, esa mirada femenina que describe el mundo es nueva y más crítica, al escribir, una mujer se propone conocer y comprender su propio ser, fuera de los cánones impuestos por la sociedad en la que ha nacido.
Así, escribir se convierte en la búsqueda de una voz propia, la que se nos ha negado durante tanto tiempo por el solo hecho de ser mujeres. La literatura escrita por mujeres pretende hacer visibles las experiencias de lo femenino como “ser real” en un mundo que todavía hoy no puede pertenecernos. Una larga lista de mujeres escritoras nos respalda, en esta actualidad en la que el mundo insiste en mantenernos calladas.
En Latinoamérica esas mujeres escritoras buscaron además darle voz a otros oprimidos, desde el Siglo XVII con Clarinda, Amarillis y Sor Juana; hasta el siglo XIX con Gertrudis Gómez de Avellaneda, Juana Manuela Gorriti, María Firmina dos Reis, Adela Zamudio y Clorinda Matto de Turner; llegando al Siglo XX con Alejandra Pizarnik y Alfonsina Storni, Delmira Agustini, Elena Garro, Antonieta Rivas Mercado y Nellie Campobello, Gabriela Mistral, Ámparo Dávila, María Luisa Bombal, Clarice Lispector y Rosario Ferré, sin olvidar a las que escriben en este siglo como Valeria Luiselli, Mariana Enríquez, Fernanda Trías y María Fernanda Ampuero, entre muchas otras, entre tantas otras que nos han dado y que nos dan su voz para guiarnos por el camino del (auto) conocimiento.
Desde lo íntimo y sentimental hasta la crítica social o política, en la literatura de las escritoras latinoamericanas, las mujeres alzan la voz para conocerse y describirse, pero también para decir el mundo como lo viven ellas. Sus textos abarcan todos los temas, no solo los estrictamente femeninos, ellas lo reflexionan todo, sobre la vida de los esclavos y los otros excluidos, sobre la historia nacional, el colonialismo, la insurgencia o la sumisión, y por supuesto sobre la maternidad, la opresión patriarcal, el matrimonio, la soledad, la rebeldía y el amor.
Escriben de temas tabú de los que no teníamos permitido hablar: la sexualidad, el trabajo y el poder, por eso el escribir femenino tiene siempre el componente de búsqueda ya sea de la propia identidad, del ser escritora o del ser mujer; en la literatura producida por mujeres ellas abarcan la vida pública y no solo la privada para escribir de temas inexplorados como la infertilidad, el deseo de no ser madre, el aborto, la menstruación, la violencia, el erotismo y la representación de sus cuerpos.
Desde esta mirada crítica y con la incorporación de estos temas, la literatura escrita por mujeres transforma el canon literario en Latinoamérica que va permeando también el corazón de sus lectoras para ayudarlas a seguir indagando en esta identidad femenina propia, propia por ser vivida y experimentada por ellas.
La escrita por mujeres es una literatura del cuestionamiento porque ante la imposición del rol que debemos adoptar, ellas han preguntado “¿por qué?” y en sus textos han encontrado la respuesta. Al conocer a las mujeres escritoras que he enlistado aquí y también a las que no he mencionado por ser tantas, podemos seguir luchando para que nuestra voz sea escuchada, el camino es arduo y estamos lejos de ser tomadas en serio, debemos unirnos todas, las de ayer y las de ahora porque esta lucha nos pertenece a todas. Es necesario que las mujeres tengan conciencia de si mismas, de su ser en el mundo para que lo defiendan y para que lo amen. Leer literatura escrita por mujeres es un buen primer paso para llegar al cambio social que estamos esperando.
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