Cuando hablamos de la Princesa del Pop, lo primero que se viene a la mente de la mayoría, no es su música o sus coreografías, sus colaboraciones icónicas, la re-invención detrás de cada álbum, tampoco su maternidad protectora que siempre estuvo presente... no, en la mente de la mayoría, lo primero que cruza la mente es el incidente de la sombrilla, los memes sobre la mujer que se deshizo de su cabello enfrente de todxs, la seña “grosera” que había sido utilizada por muchos antes pero que al final se llevó su nombre en forma de burla.
El panorama empezó a ver un cambio cuando el movimiento #FreeBritney tomó fuerza, después de que miles de fans y personas en otros movimientos, comenzaron a notar el trato injusto que se le había dado a una mujer que tuvo un breakdown público al carecer de momentos de privacidad, un circulo seguro de apoyo y comprensión, mientras estaba en la cima de su carrera, presionada por todxs a su alrededor, viviendo la maternidad y los efectos de esta.
Estamos hablando de una mujer blanca que creció en privilegio, una mujer poderosa, en sus palabras, “la numero uno en lo que hacía” y acabaron con ella. Para el ojo público, se convirtió en un mal chiste, un mal ejemplo para quien la admira, un meme mal usado, un ejemplo de locura y lo “mala” que puede ser una madre.
Su ex (que hoy se ha “disculpado” gracias a las exigencias de lxs fans), realizaba entrevistas mofándose de la situación, haciendo slut shaming en canciones o visitando los casinos en Vegas con el esposo de Britney mientras ella estaba en depresión post-parto y era obligada a darle entrevistas a personajes como Matt Lauer y Diane Sawyer que la llamaban mala madre, disfrazando sus poco éticas preguntas como “puro periodismo”. Para su esposo, su padre y el estado, decir que estaba “mentalmente inestable”, fue lo único que se necesitó para arrebatarle su autonomía, su independencia financiera, su derecho a decidir sobre su cuerpo, su vida, su derecho a decidir como maternar e incluso sobre los aspectos más básicos como la ropa y el cuidado personal. Durante casi 14 años.
Hoy, Britney es casi libre, la historia se está re-escribiendo, pero el camino a la justicia total es largo.
Hoy gracias a su padre, Britney solo puede ver a sus hijos mediante visitas supervisadas y solo goza del 30% de la tutela. Hoy es día en el que su padre se niega a declarar bajo juramento sobre el manejo de las finanzas de su hija, su medicación, entre otras cosas. Jamie Spears y Lynne Spears, hoy siguen peleando que su hija, a la que explotaron y privaron de la libertad, les pague una “tarifa” por gastos estos años, mientras que Jamie Lynn Spears aún no declara sobre el departamento y los vuelos privados que salieron de la cuenta de su hermana, así como tampoco ha dejado de ser la heredera de Britney (por decisión de su padre y no porque la princesa del pop así lo decidiera), muy por encima de los hijos de la cantante.
Hoy la corte en papeles oficiales dice que fue una “tutela voluntaria”, que nunca existió un documento que dijera que a Britney le “faltara capacidad” para tomar decisiones y que esto no era necesaria para que la tutela terminara, ya que era “su decisión”.
Catorce años después, el camino para su completa libertad seguirá hasta que sea real en todos y cada uno de los sentidos.
Si bien, Britney no es la única a la que se le impuso una tutela bajo el argumento de la “incapacidad mental”, su historia marcará un precedente (lamentablemente, solo en USA).
Pero, ¿Por qué ella y no Nichelle Nichols? ¿Por qué “Uhura” de Star Trek no tiene un movimiento que la respalde ni a los medios cubriendo su lucha por acabar la tutela impuesta por su propio hijo? Sencillo, es lo mismo, pero no es igual. Nichelle es una mujer de color, de avanzada edad y a la que se le recuerda cuando aparece en Comic-Con. ¿Injusto? Sin duda. ¿El sistema le está fallando? Si y si me preguntan, lamentablemente su lucha será más dura, porque la justicia no está libre de racismo, empezando por ahí.
Ahora, ¿Por qué el caso de Britney es importante (incluso para Nichelle) y por qué resaltar lo que era antes de la tutela? Las razones son sencillas: 1. Hoy se plantea lo necesario de una reforma a las leyes de tutelas (USA), así como al control de los paparazzis; y 2. Si a Britney Spears, esta mujer grandiosa, talentosa y poderosa en el medio, pudieron arrebatarle el control de su vida por tanto tiempo y a los ojos de todxs, ¿Qué no ha hecho el estado o las familias a mujeres fuera del ojo público y dentro de alguna minoría, por solo buscar un escape?
¿Cuántas mujeres no han sido víctimas de una sociedad que las ha juzgado antes de darles apoyo? O ¿Cuántas no han sido víctimas del estado que prefirió creerle a quién las ha tachado de “malas madres”, de “locas”, etcétera, antes que probarlo y escuchar su versión?
¿Tú a cuantas “locas malas madres” conoces?, ¿a cuántas “mentalmente inestables”? ¿Cuántas de ellas realmente lo son y cuantas solo buscaban un espacio solo para ellas? ¿Cuántas solo han visto definida su vida por momentos de vulnerabilidad?
Comments